Las consultas flebológicas son mucho más frecuentes en el sexo femenino (por influencia hormonal, ciclos, embarazos) pero también hay cada vez más hombres en los consultorios requiriendo tratamiento para este tipo de problemática.
Hay causas hereditarias, a las que se suman también, el sobrepeso o la falta de ejercicio. La mala postura y la falta de movilidad son factores que igualmente las pueden acrecentar.
El flebólogo evaluará si el trastorno es estético o si se vincula con una problemática más profundas, para lo cual, en algunos casos, se piden estudios no invasivos -como un ecodoppler- para establecer el tratamiento más adecuado.