El Virus del papiloma humano (HPV) es la infección de transmisión sexual viral (ITS) más común. Existen muchos tipos de HPV capaces de causar complicaciones, desde verrugas genitales hasta distintos tipos de cáncer.

Aunque la mayoría de las infecciones por HPV no producen síntomas ni lesiones visibles son muy contagiosas. Se estima que 4 de cada 5 personas tendrán HPV al menos una vez en la vida y muchos de ellos ni siquiera se enterarán. Por eso debemos trabajar juntos para evitar que siga propagándose.

La infección por HPV suele ser mucho más común en adolescentes y jóvenes adultos, cuando generalmente se produce el inicio de la vida sexual.

Informate y cuidate: • Usar preservativo puede reducir mucho las posibilidades de contraer este virus, pero no es completamente seguro.
• Tu pareja y vos tienen que estar atentos a cualquier lesión en la piel, especialmente verrugas ya que el HPV puede extenderse a otras zonas del cuerpo que el preservativo no cubre.
• Hay vacunas que protegen contra distintos tipos de HPV, consultá con tu médico.
• Las mujeres deben realizarse testeos periódicos como la prueba de Papanicolau o PAP que detecta si tenés lesiones en el cuello del útero.


Por qué es tan importante que te hagas el PAP?

El exámen de Papanicolaou (PAP) es la prueba rápida que realiza tu médico para detectar lesiones cancerosas o precancerosas en el cuello del útero. Las lesiones precancerosas son cambios celulares que pueden estar causados por el virus del papiloma humano (HPV). Si no se tratan, estas células anormales podrían generar cáncer de cuello uterino.

Es aconsejable que se hagan un PAP todas las mujeres de 21 a 65 años.

Durante un examen de Papanicolaou, tu médico introduce un espéculo en la vagina y utiliza un palillo o cepillo especial para extraer las células del cuello uterino. Las células se envían a un laboratorio para su análisis.